LO APRENDIDO EN LA PANDEMIA

Lic. Pamela Navarro, Colegio Consolata IMC Argentina, Mendoza.

 

El Allamano, fundador de Instituto Misiones Consolata, siempre nos hablaba de “abrir el corazón a la esperanza”, a una esperanza viva, no debemos esperar; ¡Si no Súper esperar frente a toda esperanza!

En una encuesta socio emocional frente al COVID-19 a estudiantes de cuarto a séptimo grado, realizada en el mes de mayo, nos encontramos con dos respuestas que dan mucha esperanza y enseñanza de la situación presente y para toda nuestra vida.

La pregunta realizada fue: ¿Crees que esta situación de cuarentena te ha enseñado algo nuevo? Encontramos que nuestros alumnos del segundo y tercer ciclo del nivel primario contestaron positivamente en un 92,7%. Esta respuesta es muy significativa, ya que nos habla de la capacidad de metacognición que tienen nuestros niños, quienes han reconocido nuevos aprendizajes en época de pandemia.  Lo anteriormente mencionado, se completa con el siguiente interrogante ¿Qué nuevos aprendizajes o nuevas habilidades has aprendido durante la cuarentena? Aquí encontramos que un 39% prevalece la respuesta  “de ahora en más quiero pasar más tiempo en familia”, un 23% aprendió a dividir tareas en el hogar, un 17,1% aprendió a cocinar, un 6,1% aprendió a tener más paciencia con los adultos mayores,  4,9% aprendió ayudar a sus hermanos con las tareas, y el resto del porcentaje se divide en cuidar de los animalitos del hogar y aprender manualidades.

En estos relatos se observa sobre todo la capacidad de resiliencia, que es aquel conjunto de habilidades que tenemos los seres humanos para adaptarnos positivamente a las situaciones adversas.

La mayoría del tiempo estoy bien, pero tengo miedo

La mayor parte de los estudiantes expresa que se encuentra en un estado óptimo, aunque aparecen relatos de emociones como angustia y miedo ante la situación por la que todos estamos atravesando.

En un 37,8% las niños expresan que se sienten muy bien, 20,7 % a veces bien, 20,7% alegre, 7,3% a veces mal, 4,9% se siente angustiado, 4,9% triste. El resto del porcentaje se divide entre a veces con miedo y con ganas de salir.

Lo valioso en este resultado, es que la gran mayoría se adjudica estar bien y alegre: por lo que, sin duda, este bienestar, ayudará y guiará al regreso de clases

También encontramos distintos recursos positivos para afrontar esta crisis: Cuando siento que no he tenido un buen día ¿Qué hago? . Aquí se puede observar que el 51,2% busca actividades para hacer como bailar, cantar, hacer gimnasia, leer un libro; mientras que el 28% prefiere acostarse, el 17,1% prefiere contarle lo que le pasa a un amigo o familiar; mientras que el porcentaje restante se divide en armar distintos juegos, llamar amigos y mirar televisión.

En cuanto a los recursos de afrontamiento que disponen nuestros alumnos, puede ponerse en valor, que los nuevos aprendizajes están acompañados por valores cuyo desarrollo se ha intensificado en este tiempo.  El 52,4% expresa que pone en valor Cuidar de sí mismo y de los otros, el 18,3% manifiesta tener más paciencia, el 6,1% ser más solidario, otro 6,1% reconoce ser más respetuoso con los otros, aceptando las diferencias.

Para finalizar, un porcentaje que nos llena de felicidad como comunidad educativa: el 97,6% manifiesta que extraña a su escuela, profesores y compañeros ¡Esto es hermoso!

“Así los quiero: generosos, firmes y constantes” (Allamano,2009, p.69)

Así los queremos al regreso, generosos, con aquellos que van a compartir sus tardes; firmes, para llevar acabo cada acción que deseen y constantes en sus caminos y su fe.